Por José Manuel Casado González, Socio de 2.C Consulting.

Nadie podría haber imaginado lo que pasaría, ni la magnitud de la tragedia que estamos viviendo; aunque yo sí creo que nos deberíamos haber anticipado y haber hecho caso, antes de lo que lo hicimos de las recomendaciones de los expertos como, por ejemplo, las que nos hizo los OMS a finales de enero de 2020; sea como fuere y al margen de las interpretaciones políticas que sin duda se pueden y deben hacerse, lo cierto es que la pandemia del COVID-19 (acrónimo del inglés coronavirus disease 2019, y 19 porque al primer caso apareció en diciembre de 2019) nos ha llevado a que toda la sociedad, y por tanto la gran mayoría de trabajadores del conocimiento, a que nos veamos confinados a una especie de arresto domiciliario en el que seguimos trabajando o teletrabajando.

La verdad es que esta situación, -y así se desprende del primer estudio realizado por nuestros socios de Análisis e Investigación sobre “Primer impacto ante el estado de alarma contra el coronavirus”- tiene un tremendo impacto, no solo en cómo trabajamos desde nuestros hogares, sino también en cómo nos sentimos y reaccionamos; porque ante esta escenario de crisis sin precedentes aparecen tres elementos fundamentales que afectan a nuestro estado emocional como personas y trabajadores.

  1. Sentimiento de Pérdida de Libertad. Que nos hace experimentar un cierto proceso de duelo, por la pérdida de movimientos, el abandono parcial de nuestro propio estilo de vida, incluso pérdida de ingresos y/o de trabajo.
  2. Incertidumbre. Sobre lo que está sucediendo y sobre lo que puede suceder; lo que provoca en nuestros profesionales cierta angustia vital que nos hace buscar información casi de manera compulsiva; creando una especie de bucle desinformativo y de zozobra.
  3. Indefensión. Sobre todo por la falta de control sobre nuestra salud y la de nuestros seres queridos lo que puede generar frustración, ira, malhumor y una especie de queja fácil e injustificada a flor de piel.

Aunque bien es verdad que la conectividad con el mundo, y que esta desgracia sea un hecho colectivo, por cuanto nos afecta a todos por igual, nos hace sentir un poco más seguros y estar juntos en proceso global. Sin embargo, ante este preocupante panorama, creo que las divisiones de gestión de personas deben estar más cerca que nunca de sus profesionales. Medios hay muchos y están al alcance de cualquiera. En este sentido, creo que mantener una buena conexión por teléfono y por internet es la mejor estrategia. Por ello, le recomiendo que asigne a las personas del área de RR.HH.,- y si tiene una estructura empresarial adecuada para la situación también,- un número de personas con las que deben contactar periódicamente para que le provean de apoyo emocional y les ofrezcan:

  • Información. Veraz y  contrastada de fuentes científicas y médicas cualificadas que no esté edulcorada, ni sea catastrófica, ni que incluya falsa promesas, pero tampoco excesivo optimismo.
  • Ayuda para aprender a crear rutinas. Tareas “regladas”, ejercicios físicos diarios, sugerencias sobre alimentación sana, noticias limitadas, pautas flexibles, hacer cosas útiles y necesarias, etc. porque estar ocupados y organizados ayudará a poner límites a la ansiedad.
  • Sugerencias sobre humor. Este es un excelente mecanismo para liberar excesos emocionales negativos. Tenemos que provocar que existan cauces individuales y colectivos. Igual es buen momento para hacer un concurso profesional de chistes o de relatos de historias divertidas, etc.
  • Recomendaciones de compras y consumo de contenidos. Elaborar un catálogo de entretenimientos, deportes, música, espectáculos, etc.

En definitiva, como ya les he avanzado, este es el momento de estar muy cerca de nuestros profesionales que se ven sometidos a una situación nueva; es decir, a un cambio importante en su vidas y esto nos obliga a ayudarles y proveerles de medios, no solo para  trabajar, sino lo que es también muy importante, para que conozcan y sepan gestionar los efectos emocionales de este confinamiento.

Nos hemos dejado en el tintero aquellas reflexiones y sugerencias para el teletrabajo, pero si quieren me comprometo a hacerles una entrada nueva para la semana que viene sobre el asunto. Mientras tanto cuídense y estén ocupados.