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Antonio Peñalver. El rol de los RRHH en la era digital

Las organizaciones, para sobrevivir y liderar los mercados, han de ser competitivas en todo momento enfrentándose a un contexto radicalmente cambiante, que conocemos como “VUCA”: acrónimo de entornos caracterizados por su volatilidad (volatility), la incertidumbre (uncertainty), la complejidad (complexity) y la ambigüedad (ambiguity). En concreto, el entorno que rodea a las organizaciones se caracteriza por su: Volatilidad (volatiliy): la gran velocidad y capacidad de transformación del cambio. Esto fuerza a las organizaciones a replantearse sus palancas tradicionales de actuación. Incertidumbre (uncertainly): la falta de predictibilidad o certeza en el futuro próximo. Lo que obliga a las organizaciones a estar abiertas a la sorpresa, saber comprender los problemas que surgen, aprender de sus errores y reaccionar rápidamente. Complejidad (complexity): la multiplicidad de fuerzas que interactúan en torno al desarrollo de las organizaciones: Ello las puede generar confusión y caos, requiriendo una organización flexible. Ambigüedad (ambiguity): la posibilidad de interpretar la realidad de diferentes formas. Ello puede llevar a las organizaciones a cometer errores de lectura y, en consecuencia, adoptar medidas erróneas; lo que las obliga a mejorar su capacidad de análisis. Este entorno, -lleno de ambigüedad y continuos cambios-, obliga a las organizaciones a adaptarse y reaccionar con inteligencia y agilidad si quieren ser competitivas. A su vez, la transformación digital es una fuerza motriz de este cambio que, además, se está acelerando.  No hace mucho, para los directivos lo digital se circunscribía a las redes sociales, casi exclusivamente. Hoy en día, lo digital es negocio y el negocio es digital. Apple tardó cinco años en transformar la industria de la música, mientras que Uber y Airbnb reformaron profundamente los sectores del transporte y la hostelería en menos de dos años. Todo ello, gracias a