¿Qué estamos haciendo en nuestras organizaciones para entender el mundo en el que vivimos, dotarnos de herramientas para convivir en él y mejorar la calidad de vida de nuestros empleados?

Buenas a tod@s,

Hoy en el metro, camino del trabajo, he visto a un niño de temprana edad jugando con el iPad de su madre, y de repente, me han venido a la mente recuerdos del pasado en los que me veía jugando a la Nintendo en casa de un amigo, a la Game Boy que me trajeron unas navidades los Reyes Magos, los innumerables viajes compartidos con el Tetris… y por un momento he creído que todo seguía igual, que nada había cambiado.

Acto seguido he encendido el móvil y diferentes aplicaciones han empezado a intentar interactuar conmigo: BlaBlaCar me había enviado un email en el que me decía que me echaba de menos, Twitter me informaba de los ríos de gente refugiada que llegaba a Europa, Instragram me daba los buenos días con un bonito mensaje colgado por uno de los usuarios, LinkedIn me decía que ya no pasaba desapercibido, un chico me había enviado por Gmail su CV y alguna carta de recomendación para pedirme empleo, ING Direct me alertaba de que había recibido una trasferencia y un mensaje de texto me avisaba que se acercaba la junta de accionistas de Banco Popular…

La verdad es que todo ha cambiado, y es más, todo sigue cambiando. La pregunta que me ronda la cabeza es, ¿cuándo, cómo y dónde empezó a cambiar este panorama? Por ello, he querido escribir sobre la revolución tecnológica en este post y sobre la influencia de la misma en nuestras vidas y organizaciones.

Imaginemos, con riesgo a equivocarnos, que el cambio empezó en varios garajes, universidades y edificios frecuentadas por Steve Jobs, Larry Page, Bill Gates, Mark Zuckerberg… y muchos otros. Y como en toda historia, no olvidemos a todos esos gigantes a partir de cuyos hombros las anteriores personas empezaron a crecer, responsables de la revolución agrícola, industrial, de la revolución de la información y telecomunicaciones…etc. Individuos, que de alguna u otra forma, han cambiado el mundo que conocíamos para siempre.

En esta línea, uno de los fundadores de Google nos confiesa lo siguiente:

“Si estás cambiando el mundo estás trabajando en cosas importantes”.-Larry Page-

El mundo está cambiando, por lo que si partimos del hecho que las personas mencionadas anteriormente son algunos de los protagonistas y seguimos la reflexión de Larry, todo lo que rodea a la tecnología son cosas importantes.

Si recuperamos el ejemplo de lo que esta mañana me ofrecía mi móvil:

  • Blablacar: una red social para compartir coche con el objetivo de conectar gente con una misma necesidad: desplazarse.
  • Twitter: información en directo, de la fuente que tú elijas, de lo que sucede en todo el mundo.
  • Instragram: intercambio de sentimientos, capacidad de compartir lo que ven tus ojos con todo el mundo: un precioso amanecer, un mar enfurecido, una bella pareja paseando de la mano…
  • LinkedIn: una red profesional que conecta personas, intereses, sueños y que te muestra al mundo… Que te permite decir: “estoy aquí, este soy yo, ¿quieres contratarme? ¿quieres colaborar conmigo? Aquí me puedes encontrar”.
  • Gmail: y su uso gratuito, cuyas direcciones de email colgamos en LinkedIn. Y así fue como ese chico me envió ese email, y así fue como pude llamarle al móvil, sin conocerle, y ofrecerle mi ayuda, de contarle mi historia, de ofrecerle unas pautas y de ponerle en contacto, mediante LinkedIn, con uno de mis amigos que trabaja en el sector que él estaba buscando. De alguna forma, contribuir a una “cadena de favores” hoy es mucho más sencillo.
  • ING Direct: y su lema 0 comisiones y su modelo online.

Y en cuanto a los profesionales mencionados anteriormente, Apple y su Think Different, Google y “Organizar toda la información del mundo y hacerla útil y universalmente accesible”, Microsoft y “tener una estación de trabajo que funcione con nuestro software en cada escritorio y en cada hogar” o “Be what’s next”, Facebook y “al dar a las personas la opción de compartir, hemos hecho del mundo un lugar más transparente”…entre muchos otros ejemplos y frases célebres.

Ante este gran cambio, surgen nuevas oportunidades y quedan obsoletos otros aspectos de vidas pasadas, por lo que la ADAPTACIÓN se hace imprescindible, y la utilización de las HERRAMIENTAS que tenemos a nuestro alcance se hace prioritario con el objetivo de aumentar la calidad de vida de las personas.

A continuación, y habiendo presentado el contexto anterior, aprovechemos para reflexionar un poco sobre el contexto dónde nos encontramos.

CAPÍTULO I. La gran pregunta que surge es, ¿cómo me adapto a esta marea de cambios que nos llevan azotando todos estos años?

Muchas de las cosas que funcionaban han pasado a estar obsoletas: formación, información, modelos de negocio, formas de ingresos recurrentes… pero esto no es algo nuevo, Robert Kiyosaki ya nos comentaba que:

En la era industrial el cambio era más lento. Aquello que usted aprendió en la escuela era valioso por un periodo más largo. En la era de la información, lo que usted aprende se vuelve obsoleto muy rápidamente. Lo que usted aprendió es importante, pero no tanto la rapidez con la que puede usted aprender, cambiar y adaptarse a la nueva información.

Mucha gente no hemos sido capaces de entenderlo o ponernos al día. Una mañana nos hemos levantado, y al observar lo que está sucediendo, nos hemos vuelto a acostar con la esperanza de que pase la tormenta.

¿Pero sabéis qué? Esta tormenta ha venido para quedarse. Es necesario estar al día, entender el mundo en el que vivimos para poder interactuar y vivir en él. Katherine Neville nos alerta de ello:

Los que no puedan mantener el ritmo de la revolución tecnológica, se encontrarán con que ellos mismos se han vuelto obsoletos.

Deberemos aprender a ver este escenario cambiante no como una amenaza, sino como una oportunidad. Este es el motivo por el que algún psicólog@, coach o manager nos lanzan cada día mensajes en la línea con el siguiente: “hemos de aprender a ver el mundo desde otro prisma. No hemos de limitarnos a quejarnos por el cambio e incertidumbre, sino que hemos de actuar”.

Por ello, aceptemos dónde nos encontramos, y comencemos a crear y a actualizarnos. Buceemos en internet, entendamos que herramientas existen, con el objetivo de analizar cómo cada una de ellas nos pueden ayudar en nuestro día a día a estar conectados con gente interesante, a buscar nuevos proyectos profesionales, a encontrar sinergias con otros a los que podemos aportar…Si nos paramos a pensar un momento, hay pocos sectores que no estén afectados por el cambio de valor de la información, por la existencia de un mundo interconectado, por una competencia a nivel mundial, por cambios constantes en sistemas educativos, por la incertidumbre de planes de negocio, por una población que antes no tenía conocimiento de que en otros países se vivía mucho mejor, teletrabajo, mejora de procesos, necesidad de reducción de costes…

Una pregunta que se antoja es, ¿está el ser humano preparado, a nivel consciente y moral, para poder utilizar correctamente las herramientas poderosas que nos ofrece esta revolución tecnológica?

CAPÍTULO II. Recurrimos de nuevo a la conocida frase: un gran poder (el de estas empresas tecnológicas), conlleva una gran responsabilidad. ¿Qué nos queda por mejorar?

Incertidumbre, es el sustantivo que va de la mano del futuro más cercano. Y en relación a esta incertidumbre, la gente se comienza a preguntar, ¿dónde acaba mi privacidad y empieza la tuya? ¿Cómo se gestiona esto a nivel de gobierno? ¿Cómo avanzar siendo justos con todo el mundo?

Un panorama de cambio constante, en el que mucha gente cree que puede cambiar el mundo, en el que los sueños parecen tener cabida… pero cuyos actos, muchas veces confrontan con los intereses de otras organizaciones y/o personas: las reglas del juego conocidas han cambiado por completo. Veamos unos ejemplos a continuación:

  • Escritores, cantantes, productores de películas… que de repente un día, se dan cuenta que sus trabajos y fuentes de ingreso están colgadas en internet de forma gratuita.
  • Profesores de universidad, de colegio, academias privadas universitarias, clases particulares, academias de idiomas…que de repente se dan cuenta que las mejores master-class y apuntes están colgadas en internet, que muchos profesionales imparten clases gratuitas o de bajo coste por herramienta como Skype, o que la gente con ganas de aprender un idioma comienza a conectar por las redes sociales para quedar a tomar un café y acceder a una clase low-cost basada en intercambio.
  • Taxistas, compañías de autobuses y trenes, que ven un competidor feroz en las aplicaciones diseñadas para compartir vehículo y trayectos.
  • Servidores que almacenan nuestras búsquedas, cuentas gratuitas de email, fotos que dejan de ser nuestras al colgarlas en el tablón… lo que nos lleva a temer por parte de nuestra intimidad.
  • Redes sociales que te ayudan a conectar con gente similar a ti, que han cambiado por completo la forma de conocer personas, de relacionarte o incluso de encontrar pareja.
  • Innumerables fuentes de información al alcance de cada vez más gente, hasta el punto, que les muestran otra parte del mundo que desconocían y les alienta a decidir no vivir más en un país determinado o hacer frente a un gobierno que ahora entienden es abusivo.
  • Redes profesionales que te permiten mostrarte al mundo, que te ofrecen acceder a ofertas de trabajo hace años impensables… y que han cambiado las reglas de la retención de talento por completo.

De alguna forma, la tecnología ha sido capaz de cambiar a la sociedad hasta límites que nunca podríamos haber pensado. Por ello os dejo un par de preguntas para poder reflexionar al respecto:

  • ¿Hemos medido todas las posibles consecuencias que pueden provocar los cambios que estamos provocando y el alcance de las respuestas de la sociedad?
  • ¿Hasta qué punto somos capaces de preservar la privacidad y los derechos de las personas conectadas en la red?

Toda la tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano… Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que reconfiguran a las personas y otras tecnologías similares.-Herbert Marshall Mcluhan-

CAPÍTULO III. Y cómo utilizar esas fortalezas que nos ofrece la tecnología para mejorar nuestra calidad de vida.

Hemos de analizar los pros y contras de esta situación. En las preguntas anteriores hemos hablado de los cambios e incertidumbre asociados, y de los retos que tenemos por delante una vez provocados estos cambios que estamos viviendo. Ahora toca hablar del poder de la tecnología y cómo es capaz de mejorar nuestra calidad de vida. Ya lo anticipaba Henry Ford:

El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.-Henry Ford-

Y casi está al alcance de todos, por lo que siguiendo la afirmación de Henry Ford, estamos progresando.

  • Esa disposición de información lograda por Google y puesta al alcance de todos, nos permite acceder a un conocimiento hace años al alcance de tan sólo unos pocos.
  • Herramientas como Skype han facilitado no sentirte lejos de casa aun estando a miles de km o reducir los viajes de negocios.
  • Herramientas de teletrabajo, que permiten conciliar vida profesional y familiar.
  • Tecnología aplicada a la medicina, a los medios de transporte, a los procesos agrícolas…

Son algunos de los muchos ejemplos que muestran los avances logrados por la mejora de la tecnología.

En la línea con lo anterior, mucha gente ve la tecnología como un medio y no como un fin, ¿tú qué opinas? Por ejemplo, Tom Clancy nos comenta lo siguiente:

La tecnología es sólo una herramienta. La gente usa las herramientas para mejorar sus vidas.

Hasta tal punto, que la tecnología por si sola en muchas ocasiones no es suficiente. Hemos de conseguir un fin mayor que el propio descubrimiento, hemos de utilizar la parte emocional para entender cómo esa tecnología puede hacer un mundo mejor. Pensar en la tecnología como un medio para mejorar este mundo y mejorar la calidad de vida de las personas, es genial. Jane Goodall nos comenta lo siguiente:

La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón.

CAPÍTULO IV. ¿Han sido estos cambios para mejor?

Esta es una reflexión que me gustaría hicieras tú, que dedicaras un poco de tu día a pensar sobre ello, con el objetivo de entender en qué situación te encuentras respecto estos avances. A partir de esa reflexión, focaliza tu energía en los puntos qué crees son beneficiosos, y sácale el mayor de los partidos a las herramientas que tienes a tu alcance.

Y en esta misma línea, hemos querido ofreceros el punto de vista de dos personas geniales: Javier Martin, director regional de RRHH de Google, y Josu Sanz Uriz, CEO de Innwit, los cuales pueden ofrecernos una visión muy especial de lo que está sucediendo.

Lo que está claro es que el cambio ya está aquí, los botones del cambio ya han sido activados. Por ello, ahora es el momento de adaptarnos al presente, y dotarnos de herramientas para combatir lo que viene. Y la educación, en esta historia, es clave. Por ello, os invito a que contestéis a la siguiente pregunta:

¿Qué estamos haciendo en nuestras organizaciones para entender el mundo en el que vivimos, dotarnos de herramientas para convivir en él y mejorar la calidad de vida de nuestros empleados?

Os invito también a ver el genial video de Enrique Dans, en el que nos explica cómo varias actividades han dejado de ser un hobbie para ser incorporadas al sistema educativo:

¿Nos Subimos A Este Nuevo Tren Cuya Locomotora Es La Tecnología? O mejor dicho, ¿Tenemos La Elección De No Subirnos?

Gracias por estar ahí y decidir que merece la pena compartir estos minutos juntos.

Un abrazo,

Rodrigo Sampedro Gutiérrez