ANGEL ALEDO, 1+1 = 3 RECURSOS HUMANOS

No no engañemos, el éxito de una empresa en su mercado, ya sea en épocas de boom o en épocas de crisis, está ligado por completo a la existencia de un proyecto ilusionante que genere orgullo de pertenencia en directivos y empleados y que logre el compromiso de todos para dar lo mejor de uno mismo para su consecución.

Que se lo pregunten a Ernest Shackleton, carismático viajero y explorador irlandés , quién en 1907, y para completar la tripulación para su tercera incursión en territorio antártico, publicó en el Times el siguiente anuncio de empleo:
«Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito»

Respondieron más de 5.000 aspirantes.
Hoy, en nuestro siglo, los empleados se quedan en la empresa cuándo la fuerza centrífuga que empuja a una persona a marcharse de la misma se iguala con la fuerza centrípeta que retiene a la misma en la empresa.

En el momento del boom, la fuerza centrífuga que empujaba a los empleados a marcharse era enorme, había ofertas de empleo para todo el mundo, se ofrecían salarios increibles y posibilidades de carrera vertiginosas.

Esta situación obligó a las empresas a aumentar considerablemente la fuerza centrípeta aplicada a los empleados para retenerlos en el proyecto, aparecieron políticas para favorecer el teletrabajo, la conciliación de la vida personal y profesional, la Responsabilidad Social Corporativa, y en general, todos querían ser “the best place to work”.

Sin embargo, nos llegó la crisis, con la consiguiente reducción drástica de la fuerza que empujaba a nuestros empleados a salir de la empresa.

No pasando mucho tiempo, las empresas empezaron a reducir la fuerza centrípeta que retenía a los empleados en la empresa, y se aplicaron con intensidad a reducir:

La seguridad en el empleo
El salario y el aumento salarial anual
Los beneficios sociales
Los incentivos al buen desempeño
La formación presencial y estratégica
La Conciliación de la vida personal y profesional, con jornadas maratonianas para los que tienen empleo
La eliminación de eventos y celebraciones
En definitiva, y hablando en general, con excepciones dignas de todas las alabanzas, se ha puesto el foco y la prioridad más en:
Reducir los gastos que en aumentar los ingresos
Mantener los beneficios que en mantener el empleo

Con la consecuente:
Pérdida de credibilidad del equipo directivo
Pérdida de confianza en los valores predicados por la Empresa
En conclusión, las empresas han reducido la fuerza centrípeta equilibrándola con la (poca) fuerza centrífuga que hay hoy en el mercado, lo cual tiene una lógica de fuerzas irreprochable, …
¡pero se han roto algunas premisas básicas que favorecen el compromiso de los empleados con la empresa, que se ha reducido de manera muy significativa!

Pero el compromiso de los empledaos se necesita siempre, e igual que los casos de corrupción que se dirimen hoy en los Juzgados ocurrireron hace 10 años, las consecuencias de habernos pasado en la frenada, las podemos pagar muy caras,…
…salvo que apliquemos las medidas preventivas y paliativas a la mayor brevedad.

Y la pregunta que debemos hacernos desde RRHH es si es posible que hagamos algo para resetear la situación, y comenzar de nuevo a hacer que todo sume en los proyectos de la empresa.

Y la actitud que tenemos que tener para ello se la tomo prestada a Obama, quién a pesar de llamarse Barack Hussein en el pais que había sufrido el mayor ataque terrorista de la historia, y ser negro, consiguió llegar a ser Presidente de los EEUU, y nos convenció a todos de que:
YES, WE CAN
Y, teniendo todas las herramientas de RRHH en nuestras manos, la respuesta viene también de un slogan comercial norteamericano:
JUST DO IT
Angel Aledo
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