Carlos Delgado Planás, presidente y CEO de Compensa Capital Humano
Todo lo que hacen las organizaciones lo hacen a través de sus profesionales y, en momentos difíciles como el actual, se necesita contar con los mejores, motivados y alineados con la dirección. Muchas veces, obligados por una reducción de costes, se pone el foco en la reducción la plantilla olvidándonos de gestionar a los que se quedan.
A la incertidumbre derivada de la crisis económica, se une un escenario de trabajo desde los hogares, obligado y prolongado, que puede provocar la desmotivación del profesional, una bajada de su productividad o su desvinculación del proyecto.
El principal elemento de una estrategia líder en este escenario es el liderazgo efectivo de los directivos y mandos intermedios, que genere confianza entre sus equipos sobre la base de una comunicación periódica y sincera que cree una cultura adaptada a esta realidad, cohesionando a los equipos y de forma no discriminatoria.
Pero junto al liderazgo, se están introduciendo, redefiniendo o reforzado algunas políticas que permiten adaptarse a este nuevo escenario laboral. Algunas son:
- Adaptando las políticas de beneficios de los empleados para que faciliten el trabajo desde casa, poniendo el foco en la salud física, emocional y financiera de los profesionales y sus familias y en las medidas que se adapten a este nuevo entorno de trabajo, favoreciendo la comodidad y productividad de los equipos. Además, ante un previsible incremento de la presión fiscal de las rentas del trabajo, potenciar los planes de retribución flexible para optimizar esta fiscalidad.
- Redefiniendo las medidas de flexibilidad temporal para poder compaginar las obligaciones laborales con las personales y familiares, dando más libertad para la organización de horarios y tareas, asegurando la continuidad del negocio y el cumplimiento de los objetivos individuales y grupales.
- Digitalizando los procesos de comunicación y gestión de su propuesta de valor del empleado para dotarlos de más inmediatez, comodidad y seguridad jurídica para ambas partes.
Se trata de lograr el equilibrio perfecto entre satisfacer las nuevas necesidades de los empleados y la continuidad y sostenibilidad del negocio con el objetivo de mejorar la eficacia y la eficiencia retributiva del empleado y organización a través de personalizar, flexibilizar y ampliar la propuesta de valor del empleado.