Cómo la filosofía africana de Ubuntu puede transformar la cultura organizacional en la era de la IA y el burnout, por Iñigo Sánchez-Cabezudo.

 

En el congreso mundial de ATD25 de mayo, tuve la oportunidad de presentar por cuarto año consecutivo y profundizar en un concepto que está transformando la manera en que entendemos el trabajo y el liderazgo: Ubuntu — “Yo soy porque nosotros somos”. Una filosofía que tiene su origen en Sudáfrica, promulgada por el arzobispo Desmond Tutu y líderes como Nelson Mandela. Esta filosofía de vida puede darnos muchas lecciones tanto a nivel personal como en nuestras organizaciones. Ubuntu pone en el centro el poder de la interconexión humana, el sentido de pertenencia y el propósito compartido.

Hoy, cuando el 77% de los profesionales declara que la IA (inteligencia artificial) ha aumentado su carga de trabajo* y los niveles de burnout * se disparan. Ubuntu se convierte en una vacuna para recuperar lo que verdaderamente importa: conectar el trabajo con el sentido de vida y nuestra propia humanidad.

Más que filosofía: una ventaja estratégica
Ubuntu no es un ideal romántico; es una ventaja competitiva real. Empresas como Grupo Virgin, Patagonia o Unilever lo han incorporado a sus valores: no solo obtienen resultados financieros, sino que logran confianza, lealtad y un impacto que perdura en el tiempo. 

El Grupo Virgin fomenta el liderazgo desde la empatía, humildad y la confianza, asegurándose de que cada empleado se siente visto y valorado. En Patagonia, se fomentan las prácticas de trabajo justo, la sostenibilidad en todos sus productos y la responsabilidad compartida. Y en Unilever, se han puesto en práctica medidas inclusivas, con apoyo al pequeño comercio incorporándolos a su cadena de suministro en todo el continente africano. Todas ellas incorporan, representan y viven muchos de los valores Ubuntu. (Propósito, interconectividad, empatía, respeto, dignidad, accountability, integridad, colaboración, compasión, inclusividad y humanidad compartida)

En mi sesión presenté algunos de los principios de Ubuntu que pueden inspirar a cualquier organización:

  • Ver a las personas como personas, no solo como funciones o roles.
  • Derribar silos y fomentar una mayor colaboración entre equipos.
  • Poner el “nosotros” (WE) por delante del “yo”, reforzando la responsabilidad colectiva, por encima de nuestros intereses personales.

No se trata de teoría, sino de prácticas que cambian la forma en que los equipos se relacionan, se cohesionan y producen resultados.

El liderazgo se vive desde lo humano
Pregunté a los asistentes algo muy sencillo: ¿Cómo crees que hacen sentir tus acciones diarias a los demás? Porque el liderazgo, en última instancia, se mide en una conversación difícil, un reconocimiento en público o un acto de empatía diaria.

Ubuntu nos recuerda que los límites se reducen y la confianza crece cuando somos capaces de ver y reconocer la humanidad en el otro. Y eso, en entornos fragmentados y competitivos, es lo que marca la diferencia del verdadero liderazgo.

Un reto para RRHH y TD
Los profesionales que desarrollamos personas tenemos una gran responsabilidad: transitar de culturas transaccionales (centradas en métricas (KPIs) y tareas) hacia culturas transformadoras (centradas en propósito y conexión).

Esto exige rituales de conexión (desde reconocer a quienes suelen ser invisibles hasta check-ins constantes con el equipo), líderes que modelen empatía y colaboración, y una comunicación constante del propósito que conecta cada proyecto con la visión estratégica y el largo plazo.

Tres preguntas para empezar a practicar Ubuntu en tus equipos:

  1. ¿Cómo conectas hoy los objetivos del negocio con un propósito organizacional que inspire de verdad?
  2. ¿Tus equipos sienten que forman parte de un “nosotros” como organización?
  3. ¿Qué pequeños rituales podrías instaurar mañana mismo para reforzar la conexión entre los equipos y la humanidad compartida?

El futuro pertenece a las organizaciones donde las personas no trabajan solo para una empresa, sino con los demás, hacia algo más grande que ellas mismas. Donde el propósito organizacional es lo sumamente grande que inspira, transforma, mueve emocionalmente e impulsa una estrategia a largo plazo para la creación de productos o servicios alineados con ese propósito.

Te recuerdo que en breve te compartiremos nuestro ebook con los principales aprendizajes de la ATD25, incluyendo cómo aplicar Ubuntu y otras estrategias para transformar los lugares de trabajo, en lugares más humanos impulsados por la IA.

#keeponlearning. No dejes de aprender algo nuevo cada día.


Íñigo Sánchez-Cabezudo, CEO/Fundador

 

*Fuente: Forbes, Quantum Workplace.