A veces creemos que tener talento es suficiente para crecer profesionalmente. Pero no siempre es así.
Desde que lanzamos Plan Z: Toma el control de tu futuro profesional, un podcast sobre desarrollo de carrera, he conversado con muchas personas sobre sus trayectorias. Y todas confirman algo: el talento, por sí solo, no basta.
Hay tres factores clave que impulsan el talento y lo ponen realmente al servicio de tu desarrollo profesional: tener dirección, contar con una red adecuada que te impulse, y trabajar en tu autoconocimiento (entender tus fortalezas, motivaciones, intereses, propósito).
Cultivar estos tres pilares te permite tomar decisiones más estratégicas sobre tu carrera, y te proporciona un marco más sólido —y, sobre todo, más ajustado a ti— para desplegar tu potencial e impulsar tu talento.
- La dirección: saber hacia dónde ir
Tener dirección no significa tener un plan exacto ni saber todos los pasos. Significa contar con una brújula interna que oriente tus decisiones, que te ayude a moverte con intención, aunque el camino no sea recto ni perfectamente trazado.
Cuando tienes esa brújula, es más fácil calibrarte en tiempo real, elegir mejor, reconocer qué oportunidades sí van contigo y cuáles no. La dirección no es un destino fijo: es propósito, orientación, sentido.
Pienso en la escena de Alicia en el País de las Maravillas:
«¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo tomar?«, pregunta Alicia.
«Eso depende en gran parte de a dónde quieras ir», responde el gato.
«No sé a dónde quiero ir», dice Alicia.
«Entonces no importa qué camino tomes.»
¿Hacia dónde quieres mirar? ¿Qué sentido tiene para ti el camino? No es necesario tenerlo todo claro, pero tener una dirección —aunque sea flexible— te ayuda a avanzar más alineada contigo misma, sin perder apertura para explorar desvíos que también pueden enriquecer tu trayecto.
- La red: rodearte de quienes te impulsan
Necesitamos una red que nos impulse. Personas que nos vean, que nos den espacio, que nos ayuden a desplegarnos. Puede ser un equipo, un líder que confía, un mentor, unos compañeros que nos alientan. Contar con ese entorno marca la diferencia en nuestro desarrollo.
Identificar quiénes nos impulsan, quiénes nos dan alas, es fundamental. Y si no los encontramos cerca, podemos buscarlos activamente… o incluso crearlos. Podemos construir esas redes desde nuestra propia acción, creando espacios donde otros también puedan crecer.
Porque esto va de dar y recibir. Cuando impulsamos a otros, cuando apoyamos genuinamente su crecimiento, vamos generando una cultura de impulso mutuo. Y eso hace más probable que también otros quieran impulsarnos a nosotros.
- El autoconocimiento: conocerte para crecer
Hace falta parar, mirar hacia dentro, hacerse preguntas. Porque el tercer pilar es el autoconocimiento. Saber quién eres, qué te mueve, cuáles son tus fortalezas, qué valoras. Conocerte te da claridad para decidir y te ayuda a construir un camino más alineado contigo.
Y dentro de ese conocerte, hay una habilidad esencial: la curiosidad. La curiosidad te permite explorar, abrir puertas, probar cosas fuera de lo previsto. Todo eso suma y fortalece tu capacidad de aportar desde tu singularidad.
Leer sobre otros temas, practicar actividades que no tienen nada que ver con tu trabajo —desde hacer teatro, pintar, tocar música o aprender sobre tecnología— no es un adorno: es parte de tu crecimiento, de tu capital profesional.
La curiosidad no te desvía: te amplía. Impulsa tu versatilidad, tu creatividad y te prepara para los cambios. Y eso, hoy, es un activo.
En definitiva, el talento es solo el inicio.
Cultivar estos tres pilares —dirección, red adecuada y autoconocimiento— te hace avanzar con intención, estrategia y coherencia.
Ese es el verdadero liderazgo sobre tu carrera: no solo avanzar, sino elegir hacia dónde. No solo tener potencial, sino aprender a activarlo.
Si quieres escuchar conversaciones reales sobre desarrollo de carrera, propósito y reinvención, te invito a descubrir Plan Z, un podcast sobre cómo tomar las riendas de tu carrera y explorar nuevos caminos.
Porque al final, el camino más valioso es el que eliges construir.
Noemí Latorre
Senior Consultant – Leadership, People & Culture
MOEBIUS CONSULTING