“Nuestro bienestar resulta de la combinación de la pasión por lo que hacemos cada día, la calidad de nuestras relaciones, la seguridad de nuestras finanzas, nuestra fortaleza física, y el orgullo que sentimos por nuestra contribución a la comunidad”. Esta definición de Gallup es de las que mejor definen el bienestar, basándose en los 5 pilares que lo definen: Salud, Social, Comunitario, Trayectoria y Financiero.

Implantar un plan de bienestar para los trabajadores de una organización es importante para cumplir con 3 objetivos clave:

  • Crear una cultura empresarial basada en el bienestar de las personas, mediante una experiencia de empleado buena.
  • Mejorar la imagen de marca de la empresa “employer branding”.
  • Atraer y fidelizar talento, haciendo que las personas se sientan cuidadas y valoradas.

Cuando la empresa quiere implantar el plan de bienestar y tiene diferentes sedes a nivel nacional o incluso internacional, puede encarar retos que se pueden superar con una buena estrategia de implementación del programa de bienestar:

  • Ofrecer el mismo plan de bienestar a todas las sedes de la empresa.
  • Ofrecer un plan personalizado a nivel local y a la vez global.
  • Definir la importancia de los líderes y cómo les incluimos en este proyecto.
  • Gestionar todos los servicios y acciones de bienestar desde un único canal.
  • Centralizar la comunicación con los usuarios del plan de bienestar.
  • Medir el impacto de los programas de bienestar a nivel local y global.

De todos estos puntos, cabe destacar la importancia de la implicación de los líderes en los proyectos de bienestar. Cuando éstos se involucran y promueven activamente el plan de bienestar en la organización, se consigue mayor participación de los empleados.  Este dato lo extraemos de un estudio realizado por el organismo norteamericano HERO (Health Enhancement Research Organization) Scorecard, el cual ha sido diseñado para ayudar a las organizaciones a conocer las mejores prácticas para promover la salud y el bienestar en el lugar de trabajo, así como descubrir oportunidades para mejorar y medir el progreso a lo largo del tiempo.

Es muy importante, para garantizar el éxito del plan de bienestar, ejecutar el plan de comunicación correctamente. Lo ideal es llevar a cabo un plan vivo y completo, estructurado en las siguientes fases:

  • Lanzamiento: Decidir qué acciones comunicativas se van a realizar para tener el impacto deseado con el plan de bienestar.
  • Inscripciones: Cuando las personas deciden unirse al plan se inscriben, pero hay que tener en cuenta todas las acciones derivadas como los recordatorios y las encuestas de satisfacción.
  • Recordatorios: Es importante decidir qué canales se van a utilizar para hacer llegar la información de las acciones que se llevarán a cabo.
  • Indicadores: Es el momento de comunicar qué indicadores proporcionarán la información sobre la eficacia del plan de bienestar.

La campaña de comunicación es muy importante para garantizar la participación y así conseguir el mayor impacto posible del plan de bienestar en las personas de la organización. Para asegurar el éxito de la campaña es importante cuidar el diseño de la misma. La comunicación debe ser sencilla, basada en mensajes cortos que ayuden a las personas a entender el mensaje.

El paso siguiente es la elección de los canales de difusión. Hay que tener en cuenta las características de los trabajadores, sus horarios y cómo están acostumbrados a recibir las comunicaciones corporativas. A menudo suelen ser canales internos como intranet, e-mail corporativo o tablones de anuncios, pero cada vez más las empresas subcontratan el servicio de comunicación del plan de bienestar que se lleva a cabo a través de plataformas externas. Estas se pueden personalizar con la imagen corporativa, y son un canal perfecto para llegar a los trabajadores de manera homogénea. A través de la plataforma se puede también realizar la implementación y la dinamización del programa de bienestar, asegurando una comunicación en constante evolución.

No hay que olvidar llevar a cabo un seguimiento exhaustivo, ya que éste puede mejorar la adherencia y asegurar el buen funcionamiento del plan de bienestar, manteniendo el interés a base de acciones.

Una vez se ha llevado a cabo el plan de bienestar llega la fase de medición, donde se puede comprobar la eficacia del plan de bienestar y el seguimiento que ha tenido mediante un informe especialmente diseñado para cada organización. En éste constan los datos de participación de los trabajadores y el resultado global del plan de bienestar.

Como conclusión, podemos resumir en 5 los pasos para comunicar e implantar el plan de bienestar:

  • Comunicación sencilla, fácil de entender y directa
  • Elección adecuada de los canales de comunicación
  • Tener un plan de comunicación claro
  • Implementación, dinamización y seguimiento del programa de bienestar
  • Medición de la adherencia y la satisfacción de los empleados

Teniendo en cuenta estos cinco puntos nos aseguraremos de llevar a cabo una estrategia de comunicación del proyecto de bienestar que nos aporte el éxito necesario para saber que estamos mejorando la calidad de vida de las personas de la organización.

Estel Mallorquí, Fundadora de Biwel.