Si revisamos las palabras más buscadas de estos dos últimos meses es más que probable que en el top 5 esté la palabra metaverso. No es que sea una palabra nueva o se pueda considerar una nueva tendencia, lo que sí es cierto es que de pronto se han producido algunos acontecimientos que la han convertido en un concepto de moda.

Empecemos por aclarar qué queremos decir cuando hablamos de un metaverso. Según la wikipedia el metaverso o metauniverso (acrónimo de «meta-» ‘más allá’ y «universo») es un concepto que denota la siguiente generación de internet, que describe una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet.​ El término proviene de la novela de ciencia ficción Snow Crash, escrita por Neal Stephenson.

El metaverso generalmente está compuesto por múltiples espacios virtuales tridimensionales, compartidos y persistentes, vinculados a un universo virtual percibido.

Más allá de esta definición podemos hacernos a la idea de qué es un metaverso si recordamos sitios como Second Life o si analizamos casos más recientes, como los propuestos por la empresa Meta (antes Facebook).

Podemos considerar que todos estos metaversos son primeras versiones y que habrá una fuerte evolución en todos los aspectos. Evolución que viene dada por el espectacular avance de tecnologías como el incremento en la potencia de los procesadores gráficos, capaces de crear entornos 3D muy realistas en tiempo real, las tecnologías como blockchain y la cryptomonedas, que están revolucionando los modelos digitales económicos de los multiversos y creando arquitecturas descentralizadas, los nuevos interfaces de comunicación como los visores AR/VR o el uso cada vez más generalizado de Inteligencia Artificial.

Los metaversos en el mundo de la empresa

En realidad, y más allá de los aspectos lúdicos y de ocio, cada vez hay más proyectos que hacen otros usos innovadores y disruptivos de estas tecnologías.

Empresas como Mercedes Benz y NVIDIA han creado multiversos hiper realistas para entrenar a la inteligencia artificial que va a conducir autónomamente su siguiente generación de coches. Otro ejemplo del mundo del motor es el de BMW, que ya crea copias digitales (digital twins) de sus fábricas antes de montar una cadena de montaje para ver si funciona o no. Pero hay muchos más.

En SNGULAR llevamos bastantes años creando metaversos y aplicaciones de VR/AR. Uno de los proyectos de los que estamos más orgullosos y que nos parece un buen ejemplo, fue el que realizamos para crear un aula virtual (ahora sería un multiverso) para hacer una de las formaciones especializadas de la empresa Schneider.

El problema que debíamos resolver era que la formación de las nuevas gamas de productos de Schneider era muy costosa y, entre otros problemas de logística, implicaba montar kits físicos pesados y difíciles de distribuir por el mundo.

Nuestra solución fue crear un metaverso en el que el usuario (el alumno que tenía que aprender a manejar los componentes) gracias a unas gafas virtuales era capaz de realizar todo el proceso de aprendizaje en un aula virtual.

Este aula dentro del metaverso fue recreada realisticamente y era una copia digital de los componentes que se enviaban físicamente a los alumnos. En este espacio eran capaces de realizar todos los ejercicios de la formación, e incluso experimentar todo lo que quisieran.

En este caso los beneficios fueron espectaculares: reducción de costes del material de formación, reducción en los tiempos dedicados al aprendizaje y mucha mayor capacidad de formación.

Estamos en los inicios de los metaversos y es imposible imaginar cómo serán a corto plazo. Lo que ya empezamos a ver es que se pueden hacer grandes proyectos y que van a cambiar cómo solucionamos problemas, creamos nuevas ideas y cómo de diferente puede ser la forma de comunicarnos.

Aprendizaje, prevención y colaboración

Lo que tenemos claro es que cada vez que una tendencia de esta envergadura se acaba asentando en el mundo empresarial, no podemos dejar pasar por alto el impacto que tendrá entre nuestros trabajadores.

Encontramos claros beneficios en la formación, como hemos podido ver en los ejemplos anteriores, pero también la encontramos en la prevención de riesgos laborales. Cómo se dice coloquialmente “los experimento con gaseosa”. Se trata de una expresión que se utiliza cuando alguien quiere hacer algo y para hacerlo, utiliza un método nuevo o desconocido sin saber si el resultado va a ser bueno o no.

Digamos que un trabajador debe utilizar una maquinaria pesada, que conlleva cierto riesgo, en un entorno que no la hemos probado anteriormente. Incluso el trabajador más experto nunca estará exento de sufrir un accidente. En cambio, si estos experimentos se desarrollan en un entorno virtual, totalmente idéntico al real, podríamos probar esta nueva aplicación de nuestra maquinaria en un entorno digital, minimizando no así el riesgo de sufrir un accidente grave.

El mundo de la aviación lleva aplicando este mismo concepto décadas. ¿Os imagináis que los nuevos pilotos, que siempre se estrellan cien veces en los simuladores, aprendieran a volar en vuelos comerciales con pasajeros y tripulación real? Yo, personalmente, no me subiría en ese avión. Ni con un billete regalado en primera clase.

Pero si seguimos pensando, el impacto llegaría mucho más lejos, ya que la comunicación entre compañeros puede cambiar radicalmente.

Ahora ya estamos bastante habituados a las videoconferencias, pero estas aún pueden subir de nivel. Frente al uso de otra tecnología puntera de comunicación como son los hologramas, también dispondremos de la posibilidad de realizar reuniones presenciales a distancia en nuestro metaverso corporativo. Reuniones donde podríamos dejar a un lado el ratón y el teclado, y utilizar nuestras manos para interactuar con elementos digitales que estén a nuestro alcance para así facilitar el despliegue de entornos colaborativos listos para ser utilizados por trabajadores que están a cientos o miles de kilómetros.

La tecnología a integrar en estos sistemas para interactuar con el metaverso ya la tenemos a nuestro alcance, e incluso podemos jugar con ella. Es el caso de CoolPaintrVR, otro proyecto de nuestros compañeros de SNGULAR, que ofrece una experiencia maravillosa al permitirnos pintar en un espacio virtual y caminar por él, como si estuviéramos allí mismo.

Hay muchos ejemplos reales más de los que podríamos hablar pero, quizás, los más interesantes están aún por llegar, así que no dejemos de prestar atención a esta interesante tendencia, ya que con el paso de unos pocos años nos puede traer grandes e interesantes avances.