Por Luis Amigo Gómez, consultor de Recursos Humanos.

La primera gran pandemia de la era digital está aumentando la velocidad con que las organizaciones cambian la orientación de sus modelos de gestión para apoyarse más en soluciones tecnológicas a todos los niveles.

Como el enemigo no es un virus informático sino uno de verdad y el mayor impacto lo hemos sufrido como personas antes que como empresas, los departamentos de RRHH deben situarse en primera línea incorporando nuevas herramientas a su arsenal de trabajo para cumplir con su misión en este entorno de nueva complejidad (término acuñado por Beatriz Valderrama para definir el momento que estamos viviendo).

La cadena de bloques o Blockchain es una base de datos descentralizada y compartida por decenas de miles de nodos que funciona como un libro de registro en el que cada anotación está replicada miles de veces, usando además claves criptográficas muy potentes. Puede servir para registrar transacciones de compraventa, documentos o información de cualquier tipo. Una vez registrado un dato, es prácticamente inmutable, no se puede alterar porque habría que modificarlo de modo simultáneo en cada uno de los puntos de esa inmensa red.

Blockchain en la esfera RRHH

Esta tecnología contribuye a evitar el fraude en la información:  títulos universitarios, certificados de capacitación, la experiencia profesional… cualquier dato que pueda ser validado de modo veraz y registrado en Blockchain es cien por cien fiable.

Nuestra identidad digital soberana será imposible de suplantar gracias a Blockchain y podremos compartirla total o parcialmente con quien queramos; por ejemplo, con un futuro empleador al inicio de un proceso de selección, ofreciéndole un plus de fiabilidad frente a otros candidatos que pueden estar mintiendo en su currículum. Pensemos en la cantidad de tiempo que ahorraríamos en la comprobación de las referencias más básicas si tuviéramos acceso a los registros de los candidatos en Blockchain.

Pensemos también en el plus de empleabilidad que le daríamos a los trabajadores de los que vamos a tener que prescindir en los próximos meses si fuéramos capaces de certificar e incorporar a su identidad digital los logros alcanzados y las competencias desarrolladas en nuestra empresa.

Blockchain refuerza las mejores prácticas de igualdad e inclusión dada la objetividad de la información que proporciona, libre de prejuicios y sesgos, incluyendo la discriminación relacionada con la Covid19.

Blockchain aplicado a la formación

Otro campo de aplicación es el de la formación, tanto en lo referente a la gestión interna del proceso educativo, como a la validación de títulos y otros documentos emitidos por los centros de formación.

Algunas organizaciones utilizan el concepto de token, basado en la lógica Blockchain, como unidad de intercambio de valor. Un token es una unidad de valor virtual que sólo puede ser utilizada dentro de un sistema determinado (con mi ficha de 100 € del casino de Torrelodones no puedo comprar una barra de pan).

Cada empleado dispone anualmente de un determinado número de tokens que puede invertir en las acciones formativas que quiera, recibiendo más cuando las finaliza según las condiciones estipuladas.

Los Contratos Inteligentes (Smart Contracts)

Los Contratos Inteligentes (Smart Contracts) son programas informáticos que controlan una serie de eventos o de acciones relevantes de acuerdo con los términos establecidos en un protocolo de actuación. Cuando el programa detecta el cumplimiento de una condición, ejecuta de modo automático la acción prevista en el protocolo sin necesidad de ningún intermediario: si un comercial alcanza su objetivo de ventas mensual, el programa envía una orden de transferencia a su cuenta por el importe de las comisiones pactadas. Tanto los términos del contrato como las ventas y la orden de transferencia se registran de modo automático en Blockchain. De este modo se garantiza con total fiabilidad el cumplimiento de los acuerdos pactados entre las partes.

Esto permite una gestión descentralizada y objetiva del reconocimiento del mérito de las personas. Si defino unos parámetros objetivos (logros concretos, disponibilidad para atender al cliente, asistencia a los compañeros, etc.), quien los cumpla, lo recibe.

Más allá de la retribución flexible, Blockchain abre la puerta a la tokenización de la compensación.

A cambio de la prestación de mi trabajo, la empresa me paga un salario; por el cumplimiento de objetivos o por mis resultados en la evaluación del desempeño, un incentivo o variable; por una serie de comportamientos en favor de la organización (participar en acciones de voluntariado, hablar bien de la empresa en las redes como embajador de la marca o ayudar a compañeros con problemas), otro bonus adicional (este también me lo pueden asignar directamente mis compañeros).

El empleado podrá canjear sus tokens por dinero en efectivo, acceso a bienes y servicios, o experiencias de cualquier tipo. Incluso es posible crear una comunidad entre varias empresas para que sus empleados gasten los tokens en actividades promovidas por ellas.

En algunos casos el canje tendrá un impacto fiscal o en la cotización a la Seguridad Social. Mientras decide en qué gastarlos, guardará sus tokens en un monedero virtual o wallet, del cual será su propietario como lo es de su cuenta corriente.

Prevención de Riesgos

Además de albergar todo el sistema de gestión documental de Prevención, haciéndolo más fiable y trazable, junto a la tecnología IoT (Internet de las Cosas), se registrarán datos y, ante situaciones de riesgo, se activarán protocolos de seguridad autoejecutables.

Los algoritmos velarán por la seguridad sin necesidad de intervención humana y con una capacidad de anticipación mucho mayor.

Sin embargo, no todo es bueno, el impacto de Blockchain en la automatización de procesos de bajo valor añadido será grande y provocará la pérdida de puestos de trabajo en los equipos de administración de personal y otras funciones auxiliares.