Buenas a tod@s,

En esta ocasión hemos tenido el placer y la suerte de compartir una conversación con Josean Ascarza, un referente en el mundo de la consultoría en el norte de España, y que a pesar de su corta edad, tiene una trayectoria increíble y ha ejercido puestos de alta dirección. Actualmente ese puesto lo ejerce en Oniria, una empresa diferente, especial, que personalmente me encanta, que se ha cimentado sobre unos valores, principios y formas de hacer propias del s.XXI, y en cuya web puede leerse algún detalle como el siguiente:

BUSCAMOS TUS SUEÑOS, ¿Te atreves a soñar con nosotros?

Os presento a Josean, una gran persona, un gran profesional, con proyectos apasionantes en sus manos y con una forma de ver el mundo realmente genial.

Empecemos con la conversación, ¿quién es Josean?

Josean es una persona normal, alguien que quiere aprender cada día y que está dispuesto a ayudar al que cree que lo necesita. Un día leí una entrevista de Antonio Catalán y en ella decía que él no tenía a figuras dentro del equipo, “sino mediocridades bien aprovechadas”… con el tiempo te acabas dando cuenta que no hace falta ni un “Messi” ni un “Cristiano” para poder sacar un gran proyecto adelante, con un “Patxi Puñal” es más que suficiente. Yo creo que soy de los que saco el máximo rendimiento a mis “mediocridades”, e intento rodearme de gente que comparte esta definición.

Y respecto a tus motivaciones, ¿cuáles son tus motores de vida?

Tengo 3 pilares bien diferenciados: En primer lugar mi mujer, que es el fundamental, y es quien ha puesto vida en mis días. Por otro lado mi entorno social, de familia, cuadrilla… y por último, los viajes. De sol a sol trabajo mucho, y es algo que me gusta y no puedo evitar, pero tengo mi recompensa en los viajes, que por otro lado, son mi válvula de escape, y a la vez, tiempo para mí y para mi mujer. Siempre estoy buscando un equilibrio entre estos 3 pilares.

Y otra pregunta típica que hago a los perfiles como el tuyo, ¿cómo consigues abarcar tanto y aun así llegar a tiempo?

Mi motivación no es sólo mi bienestar o mis beneficios, sino también que mi gente, mi equipo, esté a gusto. Para ello les hago partícipes de los beneficios de la empresa, les intento hacer sentir este proyecto suyo, y sobretodo, quiero evitar correr por correr, ni comenzar a contratar mucha gente o abrir más oficinas por muy bien que nos esté yendo en estos primeros compases. Esto ya lo he vivido, y no quiero repetirlo.

No llevamos mucho tiempo, un año y poco, pero ya nos han ofrecido abrir en otras ciudades como Bilbao, Logroño… pero quiero buscar un equilibrio entre un nivel de exigencia suficiente con el que estar satisfecho, pero que a la vez no nos desborde ni a mí ni a mi gente, y evitar ese dicho de que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Por eso nos centramos en dar un buen servicio a nuestros clientes, que estén arropados y contentos, y llegar a cada uno de ellos de la mejor forma posible cumpliendo con nuestros compromisos a un alto nivel. Esa es mi mayor motivación del día a día, estar a la altura de las expectativas.

Estudiaste humanidades, después máster de postgrado en Garrigues… ¿Cómo entras en el mundo de consultoría?

Estudié humanidades, no de forma vocacional porque lo que me gustaba de verdad era el periodismo deportivo, pero fue en humanidades donde encontré mi vocación de recursos humanos. Después hice el máster de Garrigues y fue ahí cuando me di cuenta que tenía la capacidad de entender a las personas y también capacidad de entender el negocio. Estos dos puntos en muchos ámbitos de RRHH está un poco desligado, pero en la consultoría, tienes la opción de utilizar todas esas habilidades: el perfil comercial, entender el negocio, saber venderlo y hacer llegar el mensaje a los clientes de forma clara y eficaz. La consultoría ha sido el punto de encuentro de estas habilidades que quería poner en valor.

Y en relación al presente, si tuvieras que destacar uno de tus objetivos para este 2016: ¿qué proyecto profesional actual destacarías?

Proyectos hay muchos, y muy diferentes. Por un lado la selección está cambiando mucho, con las redes sociales, el “Big Data” y el tratamiento de información, cómo buscar perfiles… siempre estamos atentos a los cambios y a las nuevas herramientas que surgen. Me gusta decir que somos vigilantes tecnológicos e intentamos seguir a la vanguardia de los avances destacables. Y por otro lado, estamos haciendo cosas diferentes. Un ejemplo de algo que nos está funcionando muy bien, y que es una idea muy innovadora, es el “Way Out”. La gente lo está disfrutando mucho y estamos obteniendo resultados increíbles. Es una forma de ver cómo reaccionan, cómo se comunican, cómo aceptan o niegan una orden… es una experiencia en un periodo corto de tiempo en el que la gente se deja fluir y acaba comportándose como lo hace a diario. Cuando das un curso no se meten de esta forma, la gente tiende a no mostrarse tal y como es en ocasiones, pero con esta actividad, florece como es cada persona en su día a día, y a partir de ahí, podemos comenzar a trabajar en cómo mejorar la empresa desde dentro. En unas semanas hacemos un desayuno con AEDIPE Navarra para compartir esta actividad y los aprendizajes obtenidos.

(podéis ver un artículo del Diario de Navarra sobre este tema en este link )

Josean, ¿y qué sueños te quedan por cumplir?

Mi sueño era tener una empresa como esta, y la tengo. Hace varios años le dije a mi mujer: “si un día tengo una empresa, la llamaré Oniria”, y es el día de hoy que puedo decir haberlo conseguido. Yo tenía un sueño que se llamaba Oniria, y lo estoy viviendo, y seguro que vendrán muchos más sueños, pero ahora estoy centrado en vivir y disfrutar este al máximo.

¿Y cómo comenzó tu aventura con Oniria?

Ha comenzado desde la humildad, remangándonos todos, estando a pie de calle con nuestros clientes, con un estilo de cercanía… los clientes valoran sobremanera esta actitud, y lo ven reflejado en diversos ejemplos como en las definiciones que hice de cada uno de los componentes del equipo en la web corporativa. Somos cercanos, transparentes y accesibles.

¿Hacia dónde se dirige la gestión de RRHH?

Hay un libro que me gustó mucho, “Los próximos 30 años” de Álvaro González-Alorda. En su momento me hizo reflexionar y entender que venía un terreno de juego diferente. Hoy en días la gente está encontrando otro tipo de motivación, ya no sólo se mueven por el deseo de trabajar para una gran corporación… y por ello, tal vez, el gran reto de RRHH es saber buscar el equilibrio que necesita la gente de hoy, sin olvidar la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación a los rápidos cambios que estamos sufriendo. Para cuando una gran corporación da un paso, una Start-up ha dado 10.

Y en relación a la temática que dio título al primer premio de talento joven AEDIPE, “Hacia una nueva forma de liderazgo”, ¿Cómo crees que ha de ser el líder del futuro?

La primera característica que veo en un líder es ser ejemplo. No puedes vender una cosa si tú no la haces antes. Mira, el otro día mi equipo tuvo una punta de trabajo muy alta mientras yo me encontraba fuera con un cliente, y tuvieron que sacar adelante un jaleo importante. Por la noche les escribí un email de agradecimiento, y lo que más me emocionó, fue que una de esas personas me escribió diciéndome que si estaban haciendo eso era por mi ejemplo. Y es genial, cuando tu equipo cree en ti, en tu proyecto y ver que valoran lo que estás haciendo. Por ello, has de ser el primero en remangarte.

La segunda es que has de tener la capacidad de entender hacia dónde va este mundo y adaptarte a los cambios. Creo mucho en la mejora de la productividad a través de la tecnología, pero entendiendo que la tecnología necesita de cimientos firmes para poder avanzar. No hemos de caer en el error de creer que sólo con la tecnología conseguiremos salir adelante.

La tercera, y también fundamental, es la humildad. Hay que encontrar el equilibrio entre darte valor pero no creerte superior. Es un equilibrio muy complicado, pero hemos de no olvidar ser humildes.

Y por último, un líder ha de ser facilitador… yo por ejemplo me considero un “facilitador”, facilito a la gente a solucionar los problemas. ¿Qué otra cosa si no puedes esperar de un jefe?

La verdad es que sería genial que “tod@s” los jefes, o puestos con personas a su cargo, pensaran así. ¡Enhorabuena!. Javier Luxor te dejaba la siguiente pregunta: ¿Qué libro crees que no debería dejar de leer?

“El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl, me parece un libro genial. Fue un libro que me cambió y que fue un auténtico descubrimiento. Me lo leí en la etapa final del instituto y fue un libro en el que descubrí que la gente es capaz de elegir el modo de vida que quiere llevar… ¿cómo si no una persona en un campo de concentración puede decidir ser feliz? Entendí que depende de ti, y por eso, desde entonces, se lo he regalado a mucha gente que está en situaciones complicadas. Es un libro para compartir.

Hace un tiempo en un curso al que asistí estuvimos hablando sobre el alma de cada una de las empresas, y en ese taller, hablamos de la importancia de tener un lugar en las oficinas dónde la gente pudiera dejar libros, películas, que les han marcado… Si yo tuviera que elegir, ese libro estaría en mi estantería.

Tu respuesta a las 2 últimas preguntas nos ayudarán a preparar futuras entrevistas y entender qué te gustaría leer y encontrarse en ellas. Si tuvieras que elegir una persona, ¿De quién le gustaría leer una entrevista?

En línea con una de mis respuestas anteriores, me hubiera encantado saber cómo funciona la cabeza de una persona como Viktor Frankl, que ha estado en un campo de concentración y que consiguió salir de la forma que él lo logró. Me hubiera encantado compartir con él una conversación y entender cómo alguien puede salir reforzado de un sitio así. Me parece simplemente brutal.

Pero te voy a dejar el nombre de Ferran LaTorre, que está intentando coronar los catorce 8000… fue cámara de Al filo de lo imposible, acompañó a Juanito Oiarzabal y Edurne Pasaban, y ha decidido conseguirlo él mismo y tomar ese papel protagonista. Le conocí el año pasado cuando lo contacté para traerlo al cumpleaños de Oniria para darnos una charla de una hora… y sin conocerle por entonces, y al contarle lo que quería hacer, me envió un email desde Katmandú diciéndome que no me preocupara por su caché ni fechas, que buscaríamos la forma de hacerlo. Nos habló de la soledad del líder, de lo irónico de llegar a la cima y no tener con quién celebrarlo… Una persona llana, muy normal y muy interesante de conocer.

Y la última pregunta, ¿qué pregunta le gustaría dejar al siguiente entrevistado?

¿Cuál ha sido la vivencia profesional que más te ha enseñado y por qué?

 

Un abrazo,

Josean Ascarza y Rodrigo Sampedro Gutiérrez