“El problema de empleo nos compete a todos: Administración, empresas, sistema educativo, familia y trabajadores, singularmente los jóvenes. Si nos enrocamos en decir a los demás lo que tienen que hacer, sólo obtendremos excusas que no sirven para avanzar”. Así lo entiende el Observatorio de Empleo Aedipe, cuyas primeras conclusiones se han presentado durante el 48 Congreso Internacional Aedipe, celebrado en Madrid con la participación de reconocidos expertos y directivos de compañías líderes.
Este Observatorio es “una iniciativa pionera en el diseño de propuestas para desarrollar el mercado laboral en España”. Su objetivo es identificar e impulsar medidas que contribuyan significativamente al crecimiento y mejora del empleo en nuestro país, según Carlos de Benito, Vocal de Aedipe Centro y socio de Interlaboris. Están representados Administración, Universidad, Empresa y Agentes Sociales, “Con este Observatorio, Aedipe cumple su función social de aglutinar a los diferentes ámbitos relacionados con el empleo”.
Nuestro país padece una tasa de desempleo que supera en más del 100% a la media de la Unión Europea, “lo que sin duda se debe a causas estructurales propias que no han sido corregidas en décadas”. Los problemas estructurales requieren de un pacto de Estado con amplitud de miras para llegar a soluciones que perduren en el tiempo, a juicio del Observatorio.
El problema del desempleo obedece también, según estos expertos, entre muchas otras causas, “a la falta de una fuerza laboral preparada para actuar en el nuevo paradigma que se abre camino en medio de una crisis económica”.
Aunque tardará en enraizar en España, vamos -sin frenos- hacia un nuevo modelo que ya está presente en buena parte del mundo; las empresas demandan nuevos tipos de vinculación, colaboradores, freelance… en definitiva, flexibilidad…. Nuestro modelo de empleo gira en torno a una realidad que se ha visto ya superada y mucho más rápido que lo fue en la revolución industrial. “Búscate la vida” “Sé tú mismo” “Emprende” “Genera tu propio negocio”
“¿Son los jóvenes conscientes del cambio?” Se pregunta el Observatorio. Hay en España “talento natural” que por diversas causas no se adecúa a las necesidades del mercado.
Y no sólo el capital humano debe cambiar; hay empresas que no van a sobrevivir cuatro o cinco años si no se transforman. Además, “los equipos directivos siguen en gran medida anclados en los sistemas de dirección jerárquicos tradicionales, sin innovar y sin adecuarse al nuevo mapa de competencias”.
Según el Observatorio de Empleo Aedipe, hay rasgos culturales que es preciso cambiar en la Sociedad, orientándola más hacia el emprendimiento y la búsqueda de la empleabilidad. “Los jóvenes – y las familias- siguen pensando y estudiando para obtener un trabajo “clásico” que no van a encontrar e invertimos todos – ellos y la administración pública- , tiempo y dinero que no tendrá retorno”.
Han cambiado también los modelos organizativos; no hay puestos definidos y estructurados como sucedía hasta hace unos años, y han quedado superados los modelos paternalistas y la organización basada en múltiples niveles de supervisión. “Hoy hay que hacer más con menos y esto requiere comunicación, sistemas eficientes y gestión de compromiso. Los trabajadores han de dar lo mejor de sí, no cabe en una empresa un puesto de trabajo que no aporte valor efectivo”.
El trabajador debe también apostar y luchar por su empleabilidad, pues es una tarea compartida entre empleado y empleador. “Es prioritario vincular el aprendizaje continuo al modelo organizativo”.
Asegura el Observatorio que el modelo de relaciones laborales tradicionales está dejando de existir y avanza hacia un concepto más temporal y flexible, y se lamenta de que la Reforma Laboral “no es una reforma pensada para crear empleo”; “no aporta la flexibilidad que precisan las empresas para crear empleo con facilidad”.
Afirma el Observatorio que tampoco hay facilidades reales para el emprendimiento, y que el sistema de educación no está adecuado a la nueva realidad. “Es preciso definir políticas y acuerdos en materia de educación duraderos que impulsen un cambio de mentalidad desde la educación primaria, formando a las nuevas generaciones en las nuevas formas de trabajo y que fomente valores que demanda el nuevo paradigma -auto responsabilidad, implicación y compromiso con los proyectos…- y que desarrolle las competencias que la Sociedad necesita”.
El diagnóstico expuesto apunta a una concurrencia de causas muy diversas.
La primera conclusión es que es preciso trabajar en paralelo en diversos ámbitos temporales, y actuando sobre el sistema educativo, los trabajadores, las empresas, los directivos y las personas en búsqueda de empleo”.
Recomendaciones para la Administración Pública
El Observatorio pide a la Administración Pública: Consultar y escuchar a las empresas a la hora de legislar, y crear políticas relacionadas con la formación y el empleo, además de “pensar en clave de futuro”. Le recomienda también facilitar fórmulas operativas y ágiles para la incorporación de estudiantes recién egresados o en sus últimos meses de estudios; facilitar el relevo generacional en las empresas con medidas que permitan compatibilizar la retención del talento senior con la incorporación de las nuevas generaciones”; orientar a los jóvenes hacia donde realmente tienen que ir y modificar estructuralmente el sistema educativo, no improvisando; un apoyo real al emprendimiento, no sólo de palabra; diseñar consultando a las empresas y a los profesionales de RR HH una reforma laboral en positivo, es decir, no para la crisis sino para el crecimiento; no para facilitar y abaratar el despido sino para crear empleo y facilitar la empleabilidad.
Igualmente, le pide fomentar el contrato de relevo “que ha sido maltratado, cuando debería ser casi obligatorio”, y fomentar los programas de internacionalización de los jóvenes.
Además de mejorar su comunicación y desarrollar en toda su potencialidad la formación asociada a los fichero de especialidades de la Formación para el Empleo, que incluyen los certificados de profesionalidad y los de producto.
Para la empresa y sus directivos
El Observatorio también recopila recomendaciones para la empresa, entre ellas, emprender políticas en positivo orientadas a la reconstrucción y al
crecimiento: de cambio cultural, contratación, desarrollo….; fomentar el aprendizaje continuo y desarrollar el aprendizaje elearning; renovar su talento directivo adaptándolo a las nuevas competencias que el mercado demanda y a los nuevos valores que las generaciones que se incorporan al mercado traen consigo; trabajar en las políticas retributivas (defensa de la flexibilidad salarial); adquirir protagonismo en la empleabilidad, apoyando al trabajador para que crezca profesionalmente; no pensar sólo en la reducción de costes laborales como medida de ajuste ante cualquier caída de la demanda, no discriminar en la contratación por razón de edad; apostar con hechos por la certificación profesional de sus trabajadores, y tomar en serio el empleo en términos de RSC, tanto en volumen como en calidad.
Para los profesionales A los trabajadores, el Observatorio les propone evitar “tanto la complacencia como el victimismo”; aprovechar todas las posibilidades de internacionalización; demostrar responsabilidad personal; transformarse y asumir nuevos conceptos del mundo del trabajo; implicarse y no dejar de prepararse. Una actitud proactiva y abierta.
Para las organizaciones sindicales
Y a las organizaciones sindicales, que promuevan activamente la certificación profesional de los trabajadores, especialmente haciendo valer la vía de la experiencia, y que se reconviertan para adaptarse a los nuevos modelos de trabajo /trabajador y a la transformación del marco de representación sindical.
Hay que impulsar una profunda reorientación de contenidos en la negociación colectiva que compete a todos los agentes sociales.